Ya estamos de vuelta!!
Más de un@ estará pensando: "ya era hora!" Y con razón!! Es que para los que no tenemos un trabajo remunerado las vacaciones son VACACIONES. ^_^
Cierto es que no he estado fuera todo el tiempo, pero la verdad es que no sabía con qué receta comenzar la nueva temporada. Y en esto que, cuando estaba pensando, mi hija me dio la solución. Claro! por qué no se me habría ocurrido antes?
Así es que inauguramos la temporada con la tarta que le preparé a mi niña para celebrar su mayoría de edad. Madre míaaaaa! 18 años!!!
No me voy a poner melancólica porque no viene al caso. Además, yo no soy así. Hay que mirar el lado positivo: se hacen mayores, crecen, se responsabilizan, van encauzando su propia vida, y lo que tenemos que estar es MUY orgullosos de que así sea. Y nosotros lo estamos.
El bizcocho de esta receta está basado en uno del libro "Las recetas de la felicidad" de Sandra Mangas. Como ella lo hace para un bizcocho más grande, tan solo tuve que reducir las cantidades. En cuanto a los ingredientes, añadí canela y Pedro Ximénez.
Yo lo horneé en un molde circular desmontable y luego lo dividí en dos partes iguales, pero se puede hornear directamente en dos moldes de layer cake, reduciendo el tiempo de horno.
Sed buen@s!!
TARTA DE LOS 18.
Ingredientes (molde circular de 20 cm de diámetro):
250 gr de azúcar.
250 gr. de mantequilla a temperatura ambiente.
225 gr. de harina floja de repostería Shipton Mill.
25 gr. de maizena.
4 huevos.
1 tbsp (cucharas = 15 ml) de Cointreau (o cualquier otro licor).
1 tsp levadura química.
1/2 tsp sal.
1 tsp canela.
500 gr de Nata montada.
Para el almíbar:
60 gr de agua.
75 gr. de azúcar.
2 tbsp (cucharadas) de Cointreau.
Elaboración:
El día anterior preparamos el bizcocho:
Encendemos el horno a 180ºC con calor en ambas placas o 160ºC con ventilador.
Untamos el molde con matequilla y espolvoreamos con harina, sacudiendo el sobrante.
Tamizamos la harina junto con la canela, la sal y la levadura química. Reservamos.
En un bol, batimos la mantequilla junto con el azúcar hasta que se hayan integrado perfectamente.
Añadimos los huevos uno a uno, teniendo la precaución de no añadir el siguiente hasta que se haya integrado.
Añadimos el licor y seguimos batiendo.
Añadimos la harina poco a poco y batiendo a la menor velocidad posible para no sobrebatir la mezcla.
Vertemos la masa en el molde previamente preparado y alisamos la superficie con ayuda de una espátula. Procuramos que quede más hundido por el centro, ya que no queremos que suba mucho. Aún así, siempre habrá que quitarle un poco de "boina" después de horneado.
Horneamos unos 50 minutos o hasta que al pinchar con un palillo, éste salga limpio. Si veis que se tuesta mucho la superficie, podéis taparlo con papel aluminio.
Cuando el bizcocho esté listo, sacar del horno y dejar reposar 5 minutos sobre una rejilla. Desmoldar y dejar enfriar completamente sobre la rejilla.
Cuando el bizcocho esté totalmente frío, envolver bien con papel film y meter en el frigorifico hasta el dia siguiente.
El día de la celebración:
Para terminar de montar nuestra tarta, sacamos el bizcocho del frigo.
Preparamos el almíbar:
En un cazo ponemos el agua, el licor y el azúcar. Llevamos a ebullición y dejamos hasta que se haya disuelto todo el azúcar. No es necesario remover. Tan sólo hay que vigilarlo.
Retiramos del fuego y dejamos templar.
Mientras, podemos ir cortando nuestro bizcocho:
Con una lira cortamos la superficie para que quede totalmente horizontal, y el resto del bizcocho en dos mitades, teniendo cuidado de que nos salgan del mismo grosor.
Introducimos la nata en una manga pastelera con una boquilla estrellada. Si no tenemos, no pasa nada. Cortamos el pico de la manga con unas tijeras, y nos servirá igual.
En la fuente en la que vayamos a presentar la tarta ponemos un poquito de nata en el centro para que "sujete" el bizcocho. Así no se moverá y no nos dará disgustos innecesarios. ;)
Colocamos una de las mitades, con la parte del corte hacia arriba. Pinchamos toda la superficie con un palillo y, con ayuda de un pincel de cocina, bañamos con la mitad del almíbar. En este punto podemos cubrir la superficie con una mermelada. Quedaría muy rico, pero a mi se me olvidó. Ups!
Con ayuda de la manga pastelera, cubrimos toda la superfice del bizcocho con la nata.
Colocamos la otra mitad de nuestro bizcocho y repetimos la operación del bañado con el almíbar.
Nos queda decorar la superficie. Yo he optado por poner la nata con una espátula e ir distribuyéndola con cuidado, pero que no quedase una superficie perfecta, pero cada uno la puede decorar como más le guste.
Con la parte de la boina que habremos quitado para nivelar la superficie del bizcocho, terminamos de decorar nuestra tarta. Para ello, desmigamos un poco de la boina y, con la ayuda de un colador, vamos espolvoreando por encima de la nata.
A disfrutar!!