Buenos días de lunes!
Nada mejor que empezar la semana con algo dulce, no?
El otro día me regalaron mis padres unas naranjas del huerto. Sí, del huerto, de esas naranjas que se cojen del árbol y van directamente a casa. Sin intermediarios, sin impuestos añadidos, pero de esas naranjas que en un mercado de nuestra ciudad no encontraremos porque aquí se venden los productos con una estética "perfecta" para que entren por los ojos.
Estas naranjas no son perfectas. Perfectas? Perfectas para qué? Perfectas para vender al público. Sin embargo, sí son PERFECTAS para disfrutar en casa de su sabor en distintas elaboraciones que, al fin y al cabo, es como se deben disfrutar los productos del huerto.
Como os decía, el otro día me regalaron unas naranjas del huerto, y cuando yo veo comida sin procesar delante de mis ojos, aparte de hacerme chirivitas, la mente empieza a maquinar y dar vueltas rápidamente pensando qué puedo preparar para aprovecharla al máximo y disfrutar todos con ella.
Rápido se me ocurrió la idea de una mermelada pero...no la había hecho nunca de naranja. Pregunté a un amigo (Os recomiendo su blog:El Oso con Botas) pero, mientras me contestaba, ya estaba yo formando mi propia receta. De cualquier manera, muchas gracias por tu aportación, Raúl. :)
Así que, sin más, os dejo mi receta de mermelada de naranja. Espero que os guste.
Sed buen@s!!
MERMELADA DE NARANJA
Ingredientes:
Para cada 1 kg de naranjas.
450 gr de azúcar (si os gusta muy dulce, podéis incrementar la cantidad hasta 550 gr).
Ralladura de la cáscara de la mitad de las naranjas.
1 pizca de jengibre molido.
1 pizca de canela molida.
1 pizca de clavo molido.
Nota: las especias son optativas.
Elaboración:
Unas horas antes:
Lavamos bien las naranjas y rallamos la cáscara de la mitad de ellas.
Pesamos el azúcar y mezclamos con la ralladura. Reservamos.
Ponemos a cocer unos frascos bien limpios durante unos 15/20 min para esterilizarlos. Dejamos enfriar. Os dejo este enlace para que veáis cómo se esterilizan los frascos.
Elaboramos la mermelada:
Pelamos las naranjas al vivo (no dejamos nada de la parte blanca, pues amarga y nos podría estropear la preparación) y extraemos los gajos.
Cortamos los gajos en trocitos y los vamos colocando en una cazuela alta junto con el jugo del centro de la naranja que nos queda, que lo exprimiremos con nuestras manos sobre la naranja cortada. El tamaño de la cazuela dependerá de la cantidad de naranjas que hayamos cogido. (Particularmente, me gusta que sobre mucho recipiente, porque la mermelada salpica y se puede poner todo perdido, aparte de que te puedes quemar).
Añadimos el azúcar que habíamos preparado anteriormente con la ralladura de la cáscara. Dejamos reposar una media hora, removiendo de vez en cuando. Veremos que el azúcar comienza a convertirse en almíbar.
Pasada la media hora, ponemos a cocer a fuego medio removiendo de vez en cuando y estando pendientes de que no se nos pegue.
Para saber si está lista la mermelada, tomaremos una pizca con una cuchara y dejamos caer una gota en un plato. Esperamos un minuto y, si al inclinar el plato la gota no se deforma, la mermelada está en su punto. Tened en cuenta que al enfriarse se endurecerá un poco.
Verter la mermelada en los frascos que hemos esterilizado previamente, prácticamente hasta arriba. Cerramos los frascos y ponemos boca abajo. Dejamos así hasta que se hayan enfriado completamente. De esta manera se crea el vacío.
Cuando estén completamente fríos los frascos, los podemos dar la vuelta y guardar hasta su consumo.
A disfrutar!!